23 de junio de 2006

Correlación de las Obras





CORRELACIÓN ENTRE LAS OBRAS



Es claro que se trata de dos géneros diferentes: la novela y el cuento. No obstante, la primera sobre todo en sus páginas iniciales toma como referente el relato fantástico.
Ambas obras parten del mismo supuesto de que nadie muere, la única diferencia es que la novela constriñe el fenómeno a un país y el cuento lo generaliza al mundo. En ambos casos se subraya cronológicamente la ausencia de muerte en el reciente día (“Al día siguiente no murió nadie/”No murió nadie ayer”) y en las últimas horas (“entre diurnas y nocturnas, matutinas y vespertinas”/”en unos de día en otros de noche”).
Ambas obras presentan un similar hilo conductor.
El propio autor menciona en la pág. 58 que hasta entonces había dado “una visión panorámica de los hechos”.
Son los dos primeros capítulos de la novela los que contienen la mayor parte de similitudes y planteamientos del cuento. Posteriormente se encuentran salpicadas en el resto de los capítulos otras ideas sustantivas, pero las menos.
En las dos obras son los profesionales del periodismo los que investigan y confirman la inexistencia de muertes pese a los más drásticos accidentes que similarmente ocurren en carreteras, no en avenidas o calles. La novela mantiene la gravedad de enfermos y accidentados; el cuento los cura mágicamente.
Los medios de comunicación juegan un papel central en la difusión de la noticia en las dos obras.
En ambos casos los periódicos dan cuenta del hecho en singulares y llamativos titulares que ridiculizan a la propia muerte (“los más diversos y sustanciosos titulares”/”sin faltar aquellos encabezados ingeniosos”).
En las dos obras se gesta un júbilo general y se da una sola proclama (“ahora sí la vida es bella”/”no vamos a morir, no vamos a morir”).
Para ambos escritos el fenómeno se presume de origen eventual (“Una nueva y tal vez fugaz apariencia”/”rumores de que esto fuera eventual”).
Para sendas obras la explicación científica no es concluyente pero de la que más se presume es la ligada a un fenómeno cósmico (“una alteración cósmica”/”una variación de la órbita”).
Constituye un rasgo particular para las dos obras la presencia y opinión únicamente de la religión católica y en particular por su representante el papa.
Se asienta en ambas obras literarias el desencadenamiento de problemas económicos y políticos. La novela los desarrolla ampliamente sobre todo en la parte en que la “maphia” corrompe a las autoridades. El cuento sólo las enuncia.
En ambos trabajos no sólo se desarrollan los problemas, sino que se enuncia la presencia del caos (“pavoroso caos que se nos viene”/”el caos era aterrador”) y también se refiere la palabra crisis (“Aunque la palabra crisis no sea ciertamente la más apropiada”/”la gente resentía los efectos de la crisis”), incluso en la novela parece entrar forzadamente la idea.
Se expresa en las dos obras el problema poblacional que causa el fenómeno (“una presión demográfica en aumento”/”la tasa de natalidad crecía, la de mortalidad ya no existía”).
La crisis de los servicios es palpable en ambas obras justamente en los centros hospitalarios, en los servicios de inhumación y en las compañías de seguros (“en peligro la supervivencia de nuestra industria...de compañías de seguros”/”las empresas de seguros de vida...resentían quiebras”.
Si bien la novela ubica a los soldados en una frontera como vigilantes y el cuento en los campos normales de batalla, se presume en ambos casos que los soldados son inermes a las armas bélicas (“tenían la certeza que no iban a morir”/”optaron...luchar primitivamente cuerpo a cuerpo”).
Aunque la novela juega con los avisos de muerte entre los ciudadanos, se da una muerte prematura y al final deja en suspenso el retorno, claramente se advierte la voluntad de la muerte por reiniciar su trabajo a partir de empujar a un albañil al precipicio; el cuento señala nítidamente que la muerte vuelve a partir de la caída de un trabajador (“un albañil distraído...nuestro turno de caer del andamio”/”un trabajador tras caer desde un piso doce”).
Cuando la muerte se disemina es semejante su descripción ( “descansaron en paz por obra e un instante único....cargado de una potencia mortífera”/uno tras otro, casos similares, por aquí un infartado, por allá un atropellado”), así como la reapertura de los servicios.
En ambas obras se expresa la importancia y significado que para la población realmente tiene de nuevo la mortalidad (“el ya no esperado regreso a la normalidad...otra cosa que el natural alivio”/”acogieron la vuelta a la normalidad y, más que eso, a la naturalidad”).
Hay evidente parafraseo en situaciones particulares: “Al día siguiente no murió nadie” por “no murió nadie ayer”; “entre diurnas y nocturnas” sustituyendo “en unos de día en otros de noche” ; “los más diversos y sustanciosos titulares” por “aquellos encabezados ingeniosos”; “titulares exclamativos” por “encabezados llamativos”, “una alteración cósmica” por “una variación de la órbita”; “un albañil” por “un trabajador”; “regreso a la normalidad” por “vuelta a la normalidad”.



CONCLUSIONES

v A pesar de considerar la multiculturalidad y el molde de producciones literarias realizadas en diferentes latitudes e idiomas, casi al mismo tiempo y la similitud de su temática y tratamiento, los paralelismos son asombrosamente singulares.

v En cada fase del desarrollo de las obras se manejan premisas idénticas, sólo que la novela las desarrolla ampliamente y les da un giro con la presencia de personajes particulares.

v La novela por su extensión explota algunas otras ideas no presentes en el cuento.

v El peso de las similitudes se concentra sólidamente en los primeros dos capítulos de la novela.

v Las concordancias de las ideas expresadas en párrafos concretos son abundantes y concisas.

v No existen párrafos textualmente copiados.

v Sí existen frases similares, parafraseo y evidente empleo de sinónimos. En algunos casos las palabras contenidas llegan a ser las mismas .

v Hay una evidente sincronía en la temática y devenir de las obras.

v El desarrollo que hace la novela le permita explorar situaciones particulares y brincar a otra historia de amor con el pretexto de una muerte personalizada que no existe en la primera parte.


v La premisa, explicación y desenlace del retorno de la muerte son peculiarmente concordantes.

v Estructuralmente la novela está partida en dos, no sólo en temática, sino en estilo, lenguaje, ritmo. De tal suerte, el argumento inicial varía del de la segunda parte.

v Existen dos finales: uno con el cierre del capítulo 8, otro al concluir la novela.

v No obstante que las ideas son universales, no se puede pensar que las concordancias entre las obras sean meras “coincidencias”, sino consciente aprovechamiento de las plasmadas previamente en un escrito y, por lo tanto, una demostrable correlación entre las dos obras.

Por lo anterior se presume una derivación de la novela a partir del cuento.


Saramago, José, Las intermitencias de la muerte, Alfaguara, México, 2005, 274 págs.

Huerta, Teófilo, ¡Últimas noticias! dentro de La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa hechura, Ed. Quetzalcóatl, México, 1987.

2 comentarios:

Noventaysiete dijo...

Parece ser que en efecto, Saramago se basó en su idea, pero de ahí a acusarlo de plagio, hay un largo camino... Por ejemplo, en su cuento, ¿no hay una idea de la muerte desarrollada por Bergman en "El Septimo Sello" o inclusive en el Apocalipsis de San Juan? La cultura se construye basandonos en las obras de otros. Piense mejor que usted ayudó a construir una novela de Saramago y él deberia darle el crédito: basado en una idea de....

No me gusta la obra de Saramago y el personaje es pesado tambien. Pero creo que usted no tiene bien definido el punto.

Hugo Gástrico dijo...

En efecto, si Saramago hubiese escrito "basado en una idea de..." o "inspirado en un cuento de ..." entonces se hubiera comportado de manera honesta, pero no lo hizo. No sé si legalmente él (más bien, su viuda porque él ya felpó gacho) esté en broncas, pero lo que sí queda claro es que hizo plagio.
Dicho esto, el tema de que la muerte se toma vacaciones ha salido en varias películas, y mucho antes de "El Séptimo Sello":
Death takes a holiday (1934)
Death takes a holiday (1971)
No es una idea original en lo más mínimo.